Con 19 años y siendo estudiante universitaria en Concepción, una joven Priscilla Castillo tomó la decisión de presentarse al concurso que escogería a la Reina de la Fiesta de la Vendimia de Curicó 1990.
Hoy en su cargo como alcaldesa de Molina, recuerda con emoción aquel período donde en sus viajes entre el Bío Bío, Molina y Curicó, logró quedarse con la corona que le fue entregada en una ceremonia que se llevó a cabo en el gimnasio del Instituto San Martín.
“Me gustaba mucho estar en eventos, venir de Molina a Curicó. Ahí tomé la
decisión de participar en el concurso. Recuerdo que hicimos pruebas fotográficas
que aún tengo guardadas”, señaló.
Sobre la coronación en el establecimiento educacional, agregó; “Se hizo un desfile de modas, ahí fue la
elección. Mi familia estaba súper contenta, así que después fuimos a una
recepción en la Viña Miguel Torres”.
A pesar de aquella distinción, la alcaldesa recuerda la imagen donde aparece elegantemente vestida durante el tradicional pesaje de la reina (en la nota): “Esa ropa me la prestaron. Era un pantalón con unos lunares, recuerdo que pesé 50 botellas. Imagínate”, rememora.
Finalmente, se refirió al premio que recibió: “Gané un pasaje a Buenos Aires, pero como en mi familia somos unidos, o van todos o no va nadie, así que tomamos la decisión de vender el boleto y hacer un poco de dinero. Fue una linda experiencia.”, recordó.