Las imágenes que provee el sistema de monitoreo de crecimiento de los bosques que posee la empresa forestal Arauco en la precordillera de la Región del Maule, permitieron que investigadores del Centro de Estudios “CYCLO” de la Universidad de Concepción, descubrieran dos nuevas fallas geológicas en Linares y Los Andes, ambas muy similares a otra que se denomina “San Ramón”, ubicada en el área Metropolitana.
El equipo de
Arauco usó un láser de luz pulsada para obtener las imágenes de alta definición,
en ellas queda en evidencia la existencia de una falla geológica de 10
kilómetros de longitud, irregularidad tectónica que pasa por campos cultivados
en la localidad precordillerana de Mesamávida, específicamente entre las
comunas de Longaví y Linares.
Los geólogos
están tratando de establecer si existe una interconexión subterránea entre las
fallas de Mesamávida (Región del Maule),
San Ramón (Región Metropolitana) y Cariño
Botado (Región de Valparaíso), esto
debido a su similitud en forma, altura y extensión.
Una teoría que
está siendo estudiada por el “Núcleo Milenio
CYCLO”, centro de estudios dirigido por el Geólogo Daniel Melnick, quien no
descartó que pudiera existir una interconexión entre las fallas, sin embargo
indicó que “el problema de encontrar
fallas acá es que están muy antropogénizadas, es decir, cubiertas de cultivos”.
En caso de
activarse, la falla de Mesamávida podría provocar daños de consideración en los
centros poblados más cercanos, esa es la teoría que plantea uno de los geólogos
a cargo del descubrimiento. “Esta falla corta
depósitos de material no consolidados, los cuales podrían amplificar el paso de
las ondas sísmicas, incluso si un terremoto de magnitud 7 (considerado de
mediana intensidad) podría tener efectos bastante perjudiciales. Lo importante
de este descubrimiento, es evaluar a escala de la Región del Maule y del Biobío,
cuales son las implicancias de la amenaza sísmica que estamos investigando”,
dijo el geólogo Joaquín Cortés Aranda.
Según las imágenes
provistas por la empresa Arauco, las fallas de Mesamávida, San Ramón y de
Cariño Botado, presentan depósitos aluviales del mismo periodo histórico, y no
se puede descartar que en un evento sísmico mayor, se activen de manera
conjunta.
Riesgo que a
muchos atemoriza, pero que también abre la puerta a pensar en las inversiones
estatales, y que las políticas públicas se desarrollen pensando en salvaguardar
la seguridad de los habitantes de las zonas aledañas a dichas fallas geológicas.