Al momento de adoptar un perro, es muy importante educarlos desde su etapa de cachorros para acostumbrarlos a comer de forma correcta, con horarios y tipos de alimentación. Esto no sólo favorece un crecimiento sano, sino que también evita problemas de nutrición y malos hábitos.
Al
respecto, el médico veterinario de Fit Fórmula, Herly Studer, indicó que se
debe evitar darles el alimento destinado a las personas. “Al adoptar un
cachorro, es fundamental acostumbrarlo a comer su extrusado o pellet. No se
debe ofrecer la comida del dueño, porque esto último condicionará la relación
con la mascota a futuro, que puede dejar de comer su alimento y querrá el
bocado del humano que no tiene los nutrientes balanceados que requieren en su
etapa de crecimiento.”
El
especialista entregó datos y recomendaciones básicas para crear rutinas desde
esta etapa temprana, favoreciendo que el perro se alimente adecuadamente el
resto de su vida.
Al ser
destetado de la madre, el cachorro puede comer pellet al aparecer sus dientes
alrededor del mes de vida. En principio, se recomienda ablandar las croquetas remojándolas
en agua para para luego pasar al alimento seco.
Cuando
los perros se crían solos, sin hermanos ni compañeros, se requiere de más
tiempo y esfuerzos para que se adapten a su nueva comida. “Cuando hay camadas
es más fácil, ya que siempre hay algunos cachorros más adelantados y el resto
lo sigue por imitación al competir por el alimento”, explicó el veterinario.
Respecto
a las porciones, se aconseja que la cantidad sugerida por el fabricante sea
dividida en tres durante el día, siempre en los mismos horarios. De esta forma,
el sistema digestivo del animal puede absorber los nutrientes que necesita para
su crecimiento y desarrollo.
Sobre
lo anterior, Studer señaló que “el perro tiene instinto cazador, y si se le
pone toda la comida de una vez, lo tragará todo. Esto dificulta que digiera los
nutrientes y los eliminará a través de las heces, lo que puede redundar en una
mala nutrición.”
En el
caso de que un cachorro sea bienvenido donde ya hay otros perros, debe ser
alimentado en un lugar distinto con su propio plato. Esto, ya que es frecuente
que los canes adultos le quiten su comida, la que les resulta más apetitosa al
contar con más proteínas.
Ya en
la etapa de crecimiento, los alimentos denominados “premium” o “super premium”
son los más adecuados, pues tienen la materia grasa necesaria para entregarles
la energía que requieren al ser más activos y juguetones.
Junto
con lo anterior, el pellet para cachorro también tiene mayor porcentaje de
proteínas, que favorecen el desarrollo de la musculatura. Asimismo, la adición
de DHA (ácido docosahexanoico) ayuda en la conformación de su sistema nervioso.
Otros
componentes, como los ácidos grasos esenciales Omega 3 y 6, aportan en la salud
de su piel y pelaje. El calcio da fuerza a los huesos y la zeolita hace más
consistentes las heces.
Al momento de hacer la transición a comida para adultos, se debe tener en cuenta el tamaño de la raza del perro. En animales pequeños, como el Westy, Poodle, Maltés y York Sire, se puede esperar entre los 6 y 8 meses, mientras que en tallas medianas se recomienda llegar hasta el año de vida.
Para canes de mayor porte, como el San Bernardo, Boyero, Pastor Inglés o Fila Brasileño, el período de crecimiento es más largo, por lo que deben comer alimento para cachorro hasta los 15 o 18 meses.