Tres consejos para mantener una postura correcta en el trabajo de escritorio

Cuando se trabaja detrás de un escritorio por muchas horas al día, es normal comenzar a sentir algunas molestias e incluso dolor en varias partes del cuerpo, especialmente en el cuello, espalda, manos y brazos.

Sin embargo, la situación puede empeorar si no se mantiene una buena postura al sentarse o no se hacen pausas activas a lo largo del día. Esto puede derivar en complicaciones e incluso lesiones a largo plazo.

Para prevenir molestias al cuello o aliviarlas, el Instituto de Seguridad del Trabajo recopiló los siguientes consejos entregados por diversos especialistas:

1. Ubicar bien el monitor: Algo clave para evitar dolores de este tipo es ubicar correctamente el monitor del computador, si es que se trabaja con uno en la oficina. Al respecto, la Clínica Mayo de Estados Unidos recomienda fijarse en que la parte superior de la pantalla esté a la altura de los ojos y a una distancia a la que se pueda leer con facilidad el texto. Si es necesario, se debe aumentar el tamaño de la fuente utilizada.

En caso de que se use un notebook, puede ser mejor que conectarlo a un monitor más grande o ponerlo sobre algo, como un ventilador para PC, con el fin de que quede a una altura adecuada.

2. Fijarse en la silla: La forma de sentarse puede tener un gran impacto en la espalda y cuello. Por lo mismo, la Clínica Mayo aconseja tener una silla que permita ponerse en una postura levemente inclinada (de 100 a 110 grados), evitando estar recto en 90 grados.

3. Dónde poner el teclado y mouse: Tener estos elementos mal ubicados también puede afectar el cuello y espalda. La clave para prevenir molestias, explica el portal especializado Spine Health, está en que ambas herramientas queden posicionadas de forma que los codos estén doblados en un ángulo de 90 grados al usarlos.

Así, las muñecas deberían quedar a la misma altura que el teclado y el mouse. Se debe tener en cuenta que si se sienten dolores constantes o muy fuertes en el cuello y espalda, podrías tratarse de algún problema mayor, en cuyo caso se sugiere consultar con un traumatólogo.