Especialista advierte que el exceso de calefacción podría afectar la garganta

En miles de hogares y oficinas a lo largo del país, la calefacción se mantiene encendida por largos periodos de tiempo para enfrentar las bajas temperaturas del invierno. Sin embargo, esta práctica muchas veces necesaria podría ser perjudicial para la salud si se hace en exceso.

Así lo reveló un artículo en la revista estadounidense de salud, “Health”, difundido por el Instituto de Seguridad del Trabajo. En este, se incluyó una entrevista con la Dra. Kathleen Tibbetts, quien indicó usar sistemas de calor por períodos largos de tiempo no sólo puede subir la temperatura, sino que también disminuye la humedad en el ambiente.

Lo que sucede exactamente es que se reseca la garganta, debido a que se ve afectada su membrana mucosa, ocasionando eventuales molestias como tos y picazón. Además, si se duerme con estufas y/o calientacamas encendidos, es posible que se produzca una irritación que se manifiesta al despertar.

“Muchas veces, en los meses de invierno, uno deja el calefactor encendido y está respirando aire seco toda la noche”, dijo la doctora, quien señaló que el mismo efecto de sequedad puede darse en verano con el aire acondicionado.

Al respecto, la profesional apuntó que una solución, aparte de no usar estufa o calientacamas en exceso, es utilizar un humidificador en la habitación durante la noche, que evitará que el aire se seque y no disminuya la temperatura.

Otra medida que se propone implementar es calentar agua y dejarla en un tiesto, para que libere vapor tibio en el ambiente e incremente la humedad.

Por último, la doctora dice que lo más básico es ventilar constantemente y dejar que el aire circule libremente cada cierto tiempo, lo que además evita la acumulación de bacterias y posibles virus en las habitaciones.